El
Imperio está en llamas con la bella rapsodia de la guerra. Es un
momento glorioso en el que vivir ¿Dónde sino puede el alma de un
autentico errante encontrar la paz tan fácilmente como en la
emoción de la batalla? ¿Qué otra cosa a parte de la guerra
ofrece el descanso que a nuestra clase tanto se nos niega? ¿En
que otro momento los Grandes Clanes miran a los ronin y no ven a
sucios descastados sino a guerreros experimentados cuya hoja puede
servirles por unos pocos koku?
Mi
hoja ha probado la sangre de los Dragón en la batalla del Templo
del Ki-Rin, solo para acabar con los Fénix para el Clan Dragón
tras la pérdida de los Maestros. Antes de que cayese el invierno,
estaba en el lejano sur, matando duros guerreros Cangrejo en los
ejércitos de Doji Kurohito. Después, superé a un Kakita en un
duelo limpio. Bueno, creía que era un duelo limpio, en cualquier
caso. No fue como si hubiese testigos. Pero estoy divagando...
Somos
libres. Uno oye a menudo los lamentos por los privilegios que
tienen los samurai de los clanes, pero ¿qué placer pueden tener
mayor que la libertad? No estamos atados a ningún señor, ni a
ninguna ley excepto aquellas que elijamos cumplir cuando la
discreción lo exija. Somos libres de movernos como creamos
conveniente, gastando el dinero que los idiotas nos pagan para
luchar en sus insignificantes rencillas como nosotros queramos.
Uno podría decir que un soldado León corriente tiene un hogar y
responsabilidades ¡Ja! Yo digo que el bobo tiene una prisión que
el mismo se ha hecho ¡Jamás seré atado así!
Las
últimas noticias de Otosan Uchi - la muerte de Yoritomo Aramasu -
llena mi corazón de alegría, pues quizás pronto se presente
otra guerra para mi diversión. Si continúan estos conflictos ¡parece
que tendré que retirarme como un hombre rico! La muerte del
daimyo Mantis no habría sido de interés normalmente, excepto por
su sucesora, Yoritomo Kitao ¡qué ha demostrado ser más dedicada
a su señor de lo que jamás hubiese esperado! Su justa venganza
hacia el Escorpión es sorprendente e inesperada. No preguntaré
de donde ha salido tanta dedicación ¡pero estoy deseoso de
entrar en el conflicto resultante, y en las oportunidades de
empleo que surgirán!
También
he oído que los Unicornio están en movimiento ¡Moto Chagatai es
un hombre igual que yo! Entiende la gloria y la belleza de la
guerra. Tengo grandes esperanzas en que un día pueda unirme a sus
fuerzas mientras cargan hacia la batalla ¡De hecho, sería una
magnifica visión! No me quedaré mucho, por supuesto ¡Ningún
hombre, ni siquiera el Khan, merece mi lealtad! Solo espero
encontrar un hombre así cuando muera sobre su hoja.
¡Pero
que vida habré vivido!
Kihei,
Maestro Espadachín
|