Amigo
mío,
Corren
tiempos difíciles. Aunque los caminos de Rokugan estén cortados
para los viajeros, los Magistrados del Unicornio están en todas
partes, protegiendo de la anarquía. Los pueblos están en caos,
los campesinos luchan por sobrevivir mientras los bandidos atracan
sus tiendas. No puedo decir que los Unicornio ayuden mucho. Parece
que su táctica es estar en tantos sitios como puedan, al mismo
tiempo. Es bueno para intimidar... pero no para mucho más.
No
hay señal del Maestro. He vuelto a las tierras de la Mantis, a
buscarle, pero Yoritomo me expulsó con una maldición y una
amenaza. Si vuelvo, dice, pondrá una recompensa a mi cabeza por
mi desobediencia. He visto la mirada del daimyo Avispa y creo que
quizá recela de la oportunidad de poner a prueba su nueva
alianza. Bien, eso significa que debo buscar a Toturi-sama en otra
parte. Creí ver a Ginawa ayer, cabalgando como un loco a través
de la lluvia. Con la muerte de Toturi - otro señor Akodo al que
juró servir - parece haber enloquecido. Es una perdida, pero no
seré el que se cruce en su camino. ¿Y tú?
No
he visto a Dairya desde que exiliaron a los Escorpión. Creo que
viaja a las tierras Fénix, intentando convencerles de que sigan
muertos. Si ves al viejo corta-gargantas, dile que aun tengo una
botella de sake caliente para él cuando vuelva.
Yoritomo
Kamoto
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